Alan Turing

Alan Turing fue un matemático y lógico británico considerado el padre de la computación moderna y la inteligencia artificial. Antes de la era de los ordenadores, en la década de 1930, concibió un modelo teórico revolucionario conocido como la "máquina de Turing". Este concepto
abstracto no solo definió los límites de lo que una máquina podía calcular, sino que también sentó las bases teóricas sobre las que se construirían todos los ordenadores del futuro, estableciendo los principios fundamentales del algoritmo y la computación.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Turing se convirtió en un héroe de guerra anónimo al liderar un equipo en Bletchley Park, el centro de criptoanálisis del Reino Unido. Su genio fue crucial para descifrar los códigos de la máquina alemana Enigma, una hazaña que se considera que acortó la guerra varios años y salvó millones de vidas. Diseñó la "máquina Bombe", un dispositivo electromecánico que aceleró drásticamente el proceso de decodificación de los mensajes nazis, lo que le dio a los Aliados una ventaja estratégica decisiva.

Trágicamente, a pesar de sus inmensas contribuciones, la vida de Turing terminó en desdicha. En 1952, fue procesado penalmente por su homosexualidad, que en ese entonces era ilegal en el Reino Unido. Para evitar la prisión, aceptó someterse a un tratamiento de castración química. Esta condena no solo le causó un profundo sufrimiento personal, sino que también le arrebató su autorización de seguridad y lo apartó de su trabajo. Murió en 1954 en circunstancias que apuntan a un suicidio. Décadas después, su legado fue finalmente reconocido, y hoy es celebrado como una de las mentes más brillantes del siglo XX.

Windows 8

Windows 8, lanzado por Microsoft en 2012, fue el intento más radical de cambiar cómo usábamos nuestras computadoras. Imagina que un día llegas a tu escritorio y en lugar del menú Inicio de siempre, te encuentras con una pantalla llena de cuadrados y rectángulos coloridos que se actualizaban solos, conocidos como "Live Tiles" o mosaicos. Esa era la Pantalla de
Inicio, el corazón de la nueva interfaz "Metro". La idea era unificar la experiencia entre las PCs y las nuevas tablets que estaban de moda, dándole un look súper moderno y táctil, aunque para muchos que solo usaban teclado y ratón fue un cambio bastante brusco.

Más allá de su controversial apariencia, Windows 8 traía mejoras internas muy interesantes. El sistema era notablemente más rápido para encender y apagar que Windows 7, y en general se sentía más ágil. También introdujo la Tienda de Windows (Windows Store), que fue el primer intento de Microsoft por crear un ecosistema de aplicaciones seguras y fáciles de instalar, muy al estilo de lo que ya veíamos en los celulares. El problema es que para lograr esa nueva interfaz, eliminaron el clásico botón de Inicio, y eso, para la mayoría de la gente, fue un drama total que generó un montón de quejas.

Al final, Windows 8 es recordado como un experimento audaz, pero un poco incomprendido. Fue un paso tan grande y diferente que confundió a muchos usuarios de toda la vida. Microsoft se dio cuenta y con la actualización a Windows 8.1 trajo de vuelta el botón de Inicio y pulió algunas cosas. Aunque no fue el éxito que esperaban, su legado es innegable: muchas de las ideas de un sistema más rápido, una tienda de apps centralizada y un diseño más limpio sentaron las bases para lo que más tarde se convertiría en Windows 10, que logró encontrar el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno.

Sistema Operativo Android 8

Android Oreo, que llegó por allá en 2017, fue básicamente la actualización que hizo que nuestros teléfonos se volvieran mucho más inteligentes y menos molestos. Introdujo cosas geniales como los puntitos en los íconos de las apps, que te avisaban si tenías una notificación sin necesidad de abrirla. También nos trajo el modo Picture-in-Picture, esa maravilla que te
permite seguir viendo un video de YouTube en una ventanita mientras respondes un mensaje o buscas algo en internet. En resumen, se centró en hacer que usar el teléfono fuera más fluido y multitarea de verdad.

Pero la magia no solo estaba en lo que se veía. Por dentro, Oreo fue un campeón de la optimización. Hizo que los teléfonos prendieran mucho más rápido y le puso un freno a las aplicaciones que se comían tu batería sin piedad mientras estaban en segundo plano. Además, implementó la función de autocompletar en todas las aplicaciones, así que tu gestor de contraseñas podía rellenar tus datos de inicio de sesión automáticamente, ahorrándote un montón de tiempo y dolores de cabeza.

Y si hay que mencionar su legado más importante, fue que con Oreo nació Android Go, una versión más liviana del sistema pensada para teléfonos con menos potencia. Esto permitió que muchísima gente pudiera tener una experiencia de smartphone decente sin gastar una fortuna. Así que, aunque ya pasaron varios años, muchas de las comodidades que hoy damos por sentadas en nuestros celulares tuvieron su origen en esta dulce versión de Android.

Alan Turing

Alan Turing fue un matemático y lógico británico considerado el padre de la computación moderna y la inteligencia artificial. Antes de la er...